El couscous es un plato típico del norte de África, especialmente, de Marruecos a base de sémola de trigo duro. Existen muchas variantes, ya que es una suerte de guiso, que se sirve sobre el cereal. Esta receta la saqué en parte de internet, en parte de una revista. Es una de las tantas versiones de couscous que existen, pero elegí esta porque es liviana y tiene muchas verduras.
Por un lado, saltear en aceite de oliva el pollo, dorarlo y retirar. En la misma olla, saltear una cebolla, un morrón y un puerro. 
Cocinar 5 minutos y agregar dos zanahorias, un pedazo de calabaza, un zuccini en cubitos y algunas chauchas. Saltear unos minutos y agregar cuatro tomates en cubos (o una lata) y el pollo.
Una vez que todo esté en la olla, agregar dos tazas de agua y el ingrediente clave: las especias. Hay muchas variantes y opciones, pero siempre tiene que ir sal, pimienta, comino y menta fresca. Yo agregué algo de pimentón y gengibre fresco rallado. Dejar cocinar hasta que el tomate se haga una salsa, espese y quede un "guiso" con poco líquido (pero no muy seco).
Para el couscous, poner el couscous en un recipiente grande (una taza), un chorrito de aceite de oliva y sal. Agregar dos tazas de agua hirviendo y dejar reposar media hora. Después desgranar bien con una cuchara o con las manos.
Servir el couscous y por encima el pollo.
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