Esta pizza la aprendí trabajando con un amigo neoyorkino de origen italiano. En Argentina, no es muy común, sobre todo porque tendemos a no asociar a la ricotta como un queso. En Estados Unidos es muy común, y como queso que es, reemplaza a la muzzarella. Esta variante tiene la salsa común de tomate para pizza (que puede reemplazarse por un pesto cremoso) y le puse ricotta, cubitos de tomate, aceitunas negras (que en la pizza me gustan cortadas sin carozo), albahaca fresca picada y un poquito de muzzarella espolvoreada por encima. Ni bien sale del horno, chorrito de aceite de oliva y... a comer, no se puede agregar nada más!
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