El festival gastronómico organizado por el gobierno nacional en Tecnópolis no tuvo nada que envidiarle a los ya conocidos eventos palermitanos como Masticar y Buenos Aires Market, con el agregado de promover, además, la gastronomía y el turismo regional de todo el país.
Fue mi primera vez en Tecnópolis y, después de haber escuchado
comentarios a favor y en contra (como todo lo que tenga cierta relación con la
política en este país), quedé impresionada. Y para bien. Es un predio enorme
(enorme, enorme) con actividades que, aunque nos parezcan proselitistas, me
resultaron sumamente interesantes para los chicos y cualquier visita escolar
que se pueda organizar. Está claro que no es Disney World (y creo que tampoco
se apuntó a eso), pero por lo menos no es la Ciudad de los niños (perdón por
herir sentimientos pero siempre me pareció tétrica!). El lugar (ya dije que es
enorme?) tiene distribuidos a lo largo y ancho distintos galpones muy bien
diseñados que van representando una variedad de sectores productivos y
"representativos" de Argentina. Además, cuenta con un sector
disponible para exposiciones y presentaciones puertas adentro. Nobleza obliga,
no entré a verlos en detalle, pero sí me quedé con las ganas de volver a ver
que hay (y eso, creo que es algo bueno).
Respecto a lo que nos interesa, Raíz me
pareció estar muy bien organizado, ofreciendo todo lo que buscamos en estos
lugares (y más) y sin nada que envidiarle a otras propuestas similares. Por
supuesto, con algunos detalles a corregir a los que ya voy a llegar más
adelante.
La feria estuvo montada en puestos a lo
largo de todo el predio donde se ofrecían distintas posibilidades. Por un lado,
estaban los puestos de comida, esos a los que uno no se puede resistir y que,
si pudiera, probaría alguna cosa de cada uno. La mayoría de ellos eran puestos
de restaurantes, cuyos chefs representaban a la "nueva cocina
argentina". La mayoría de los platos eran bastante simples pero
abundantes para su precio (casi ninguno sobrepasaba los $40). En nuestro caso,
elegimos probar la hamburguesa y las croquetas de jamón y queso de Aramburu (y
charlar con el encargado del stand, muy copado!). De la mano de estos puestos,
estaban también muchos de los restaurantes más conocidos de comidas "étnicas",
que agruparon bajo la "feria de los inmigrantes y latinoamericanas".
Tal vez por vivir en Palermo, o por haber ido a Masticar, esta no fue la parte
que más me llamó la atención.
Creo que lo más destacado de Raíz fue el
sector de los fuegos. No sólo porque estaba muy bien montado, con parrillas y
todas las distintas técnicas de cocción al fuego que se conocen, sino porque en
los puestos estaban representadas las gastronomías regionales del país, sus
diversas técnicas de cocción y las tradiciones heredadas de cada una de ellas.
Nosotros atacamos el cordero cocinado al asador "a fuego lento", pero
sin poder de sacarle los ojos de encima al curanto, una técnica de cocción
utilizada por los mapuches en la Patagonia que consiste (a grosso modo) en
enterrar las brasas, apoyar piedras para que se calienten sobre ellas, y ahí
poner carne y verduras, taparlas con follaje de la zona y dejar que se cocine
lentamente. Una experiencia que, si estás por el sur, no podés dejar de
tener.
Como todo esto había que bajarlo con algo,
montaron un patio cervecero con productores artesanales de cerveza de todo el
país. Acá hubo que sacrificarse, probar, y comprar souvenirs.
Llegando al final del recorrido pasamos
por la feria de productos regionales, donde se ofrecían una variedad de quesos,
miel, aceitunas, embutidos y empanadas de distintas provincias. De ahí nos
fuimos al mercado de productos argentinos, compuesto por stands de pequeños
emprendimientos donde compramos dulce de leche, aceitunas, yemas, tés, etc,
etc, etc...
Otra de las cosas a destacar, es el
mercado de productos naturales, con puestos de comida orgánica, raw y vegetariana (lejos de ser
fundamentalista de estas movidas, me parece muy importante que existan y se
difundan para ofrecer mayor variedad y opciones a la hora de comer y cocinar);
y puestos de "viveros" de plantas orgánicas. De acá -en un intento
desesperado de tener mi huerta en un departamento sin balcón- me traje una
planta de tomate, otra de berenjena, brócoli y morrón. Veremos cómo
evolucionan...
Uno de los problemas, o cosas que corregiría,
es que algunos puestos quedaron muy aislados del centro de la movida. Al estar
tan dispersos los puestos a lo largo de un predio tan grande, algunos quedaron
un poco rezagados. Sobre todo porque el patio cervecero estaba muy cerca de la
entrada, y todo más o menos giraba en torno a eso.
Raíz me sorprendió para bien. Creo que
encontraron el equilibrio justo entre el esnobismo palermitano de moda y lo
tradicional argentino. La promoción de las rutas gastronómicas del país y la
posibilidad de mostrar que hay gastronomía más allá de Palermo me pareció un
gran acierto. La cocina es, sin duda, un sector económico que puede generar
muchas ganancias, que tiene un potencial enorme como generadora de puestos de
trabajo, y, principalmente, que puede tener un rol social que permita la
inclusión de muchos excluidos. Celebro todas las ferias gastronómicas, todas
las propuestas que incluyan promoción de productores locales y la posibilidad
de comer rico. Sigamos con la movida así seguimos paseando y comiendo!
Más fotos de Raíz acá!
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