jueves, 11 de octubre de 2012

Pollo al mole

El pollo al mole es de esas exquisiteces que no son para cualquiera. Fuera de México puede resultar bastante extraño, pero vale la pena hacer el intento, no sólo una vez, sino varias, ya que hay tantas recetas de mole como cocineras mexicanas.


El mole es una mezcla de especias mexicana cuya base es el cacao y chiles. Existen tantas variantes de mole como cocineros en México, pero el más famoso es el mole poblano, originario de la ciudad de Puebla, a una hora del DF. Se sirve con pollo y arroz o sobre tacos. Con un sabor "chocolatoso" y -la mayoría de las veces- muuuuuy picante, el mole es algo que hay que probar una vez en la vida.
Cuando estuve en México (y como hago con cada lugar al que voy) me traje muchísimas cosas para cocinar (ya llegará el post de México) y entre ellas, el mole "Doña María", la manera más fácil de hacerlo, y que, según mi amiga Adela, una experta de la cocina mexicana originaria de Aguas Calientes, el mejor de todos los que se pueden comprar. Después de tenerlo varios meses en la alacena me decidí a abrirlo y hacer algo con él. Pensé que Juan no iba a estar muy entuciasmado, pero le gustó la idea, así que probé...

Cociné el pollo en la olla, primero dorándolo bien y después lo dejé cocinar a fuego lento con un poco de caldo. Cuando estaba casi listo agregué el mole, rebajándolo un poco con agua. Lo cocine un tiempito más y lo serví. Lo acompañé con arroz blanco simple, para cortar el sabor fuerte.
Vale la pena probarlo. En Buenos Aires se puede conseguir en El Itacate, una tienda especializada en productos mexicanos, donde se pueden comprar muchas cosas que no se encuentran en los supermercados.


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